No sólo el rostro acumula suciedad e impurezas: el resto del cuerpo tambén está en peligro. Además, las células muertas van creando una capa que impide la correcta absorción de lo tratamientos corporale (hidratantes, anticelulíticos, depilatorios, ...) Para cuidarlo, no se nos debe olvidar exfoliarlo a fondo dos veces por semana.
La forma más fácil de hacerlo es durante la ducha, cuando nuestros poros están abiertos gracias al calor del agua. Para ello existen los geles de ducha exfoliantes, de todos los precios y marcas. Mi elección es el de Mercadona, que cuesta 2,5€. Gracias a u acción jabonosa, no sólo exfolia, sino que también limpia.
Otro método, combinable con el anterior, es el guante de crin. También durante la ducha, te lo frotas con fuerza por todo el cuerpo, insistiendo en las zonas rugosas (codos, rodillas, ...). Notarás que la piel enrojece. Esto es normal, pero no te pases. Eliminar las células muertas no significa mudar la piel!
En la foto, gel exfoliante y guante de crin Deliplus.
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